El cáncer de pulmón es un tipo de cáncer que se origina en los pulmones.
Por lo general, se agrupa en dos tipos principales: de células pequeñas y de células no pequeñas. Estas categorías hacen referencia al aspecto que tienen las células cancerosas bajo el microscopio. Asimismo, cada tipo crece y se desarrolla de manera distinta, por lo que requieren diferentes formar de abordaje y tratamiento. En general, el cáncer de pulmón de células no pequeñas es más frecuente que el de células pequeñas. El médico tratante será el encargado de determinar el diagnóstico correspondiente.
Cabe destacar que, a pesar de no ser el tipo de cáncer más frecuente, el cáncer de pulmón es considerado la principal causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres. Por eso es fundamental estar atento a las principales medidas de prevención:
No fumar: Lo más importante para prevenir el cáncer de pulmón es no empezar a fumar o, si ya fumás, dejar de hacerlo.
Evitar el humo secundario del tabaco: El humo de los cigarrillos, los puros o las pipas que fuman otras personas, son humo secundario. No dejes que se fume en tu casa ni en tu automóvil.
Evitar la exposición al gas radón: Realizá o solicitá que realicen pruebas para chequear que no haya presencia de radón ni tu casa ni en los espacios cerrados donde generalmente te encontrás.
Mantener las medidas de seguridad e higiene en el trabajo: Las directrices sobre salud y seguridad en el lugar de trabajo pueden servir de guía para evitar el contacto con sustancias como el asbesto, el arsénico, las emisiones de Diesel, etc.
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Referencias: